Trabajo sobre el Feudalismo

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Una conversación en la Edad Media




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El ambienta en la taberna, situada en la ciudad de Santiago de Compostela, era variado ya que acogía a varios viajeros llegados de diferentes puntos geográficos, pues tenía función de hospedaje. Era el lugar donde llegaban noticias de lugares lejanos, las leyendas, los mitos, etc. Estaba situado en el centro de la ciudad y era el principal lugar de diversión. Aún así también de aprendizaje debido a la gente de diversas clases. Ese día, 5 sujetos se encontrarían. Dando lugar a esta antigua historia:

—¡Saludos compañeros!, ¿queréis una copita de cerveza? Me sobra el dinero, si pedís más, os lo doy. 

Exclamó el hombre vestido con caros ropajes mientras se sentaba en la mesa junto a 3 hombres ya allí. Esta estaba situada al lado del bar por lo que el dueño del lugar escuchó al señor. Seguidamente de unos a las meseras, la cerveza empezó a circular.

—Bien, creo que debemos presentarnos. Empezaré yo como gran señor feudal que soy. —Dijo, se aclaró la garganta y comenzó. —Yo soy Carlos I de Castilla, un señor feudal como podéis ver y os voy a contar mi vida en el castillo, este aburrimiento que hay alrededor merece una charla de las mías:

       Pues mirad, el castillo está compuesto por una capilla que era el lugar sagrado del castillo y donde el clérigo enseña la religión a los campesinos. También tiene un salón principal que podría ser mejor pero bueno... los constructores que me lo hicieron se nota que no saben, no les tendría que haber pagado... Total que este salón que solo se utiliza cuando los nobles ofrecían los banquetes a altos cargos. También pues estaban los patios internos que aquí la gente hace lo que le da la gana y hay veces que estoy dormido y hay un jaleo enorme por las fiestas ridículas que hacen. Yo nunca iría ahí.

Otra parte es la barbacana que es un murillo muy pequeño y muy cutre. Ahí los soldaduchos se ponían a defender y muchísimas cosas más que no es que hagan mucha falta. Ya como partes que son más adornos que otra cosa eran los fosos, que huele muy raro; un portón que simplemente es una puertecita y que tiene un puentecito, siempre lo quise tener de oro pero no quiero porque sería un escándalo y muchísimas cosas más que no sirven para mucho.

Por cierto, tengo 3 manuscritos muy valiosos en la biblioteca de mi castillo, en la que están hecha las paredes con pepitas de oro. Unos de ellos es la Biblia cuyo significado sabréis cuál es; otro es el Liber Divinorium Operum que está bastante bien y otro es el Beowulf que tampoco está mal.

Cuando llegué no pensaba que iba a ser tan bonita, pero seguro que a mi castillo esa catedralucha no le supera. Me impresionó bastante, tanto que decidí rezar, cosa que no hice nunca, delante de ella. Las calles son hermosas, pero mi feudo es mejor. En fin luego vine a esta tabernucha, que he visto mejores, y me he encontrado con vosotros que estábais como yo, de peregrinación.

—Soberbia que no falte. — Murmuró el campesino al monje haciendo los dos una pequeña risa.

      —Bueno, pues ya que estamos así, también diré mi vida. Yo soy Eudes Bonheur, provengo de un gran linaje de caballeros francos, desde Tolosa. Estuve practicando desde mis 8 años el cuerpo, la lanza y la espada, latín y también cómo comportarme en la corte mientras era un paje en el castillo de mi feudo. Así pude llegar a ser escudero a mis 15, sirviendo a un caballero muy experto. Aunque tenía que lavar la armadura, armas, cuidar al caballo y servir la comida entre otras cosas, aprendí mucho con él en las batallas y mientras practicaba bajo su cuidado. Gracias a todo ello pude volverme un caballero a mis 20 años, después de haber sido designado digno de ello. Ahora poseo armas y caballos. —Narró el caballero tras beber, un hombre que iba vestido con una cota de malla y su espada, pues la armadura en sí es demasiado pesada para tal camino como el que era el de Santiago.

      —¿Y cómo fue tu nombramiento a caballero? Nunca he podido ver uno. —Comentó el campesino. Este llevaba unas telas sencillas.

—No dudo de ello. —Respondió con una pequeña risa el guerrero, obviando el estado social del humilde hombre. —Verás, la noche antes de la ceremonia debes vestir con una túnica blanca y roja. No puedes comer nada y debes estar rezando toda la noche, pues, tienes que limpiar tu alma. Seguidamente antes del amanecer, das un baño para mostrar tu pureza y te vistes con tus mejores galas. Entonces es cuando puedes desayunar y se realizará la ceremonia. Finalmente, el obispo o el señor de la caballería, después de haber hecho unos juramentos al señor y la iglesia, te da un golpe en cada hombro con tu espada o alguna otra. También hay un código de caballería que debes cumplir. —Terminó de decir el hombre, con cierto tono de orgullo.
                                                                   
     —Desde luego interesante, —Comentó el campesino. — Bueno, como ya sabréis soy un campesino, por suerte, libre alodial. Soy el propietario de mi tierra y de hecho, somos pocos lo que tenemos tierras y pues dispongo de mí mismo. Tengo unos cuantos de mansos gracias a mi señor feudal, pero yo debía pagarlo con una parte de la cosecha. Mi señor tenía derecho a jurisdicción, es decir, dictar órdenes y leyes en mi tierra. Decidí peregrinar por la espiritualidad que hay en Santiago de Compostela, además de que estaba harto de trabajar, aunque al contrario, mi señor feudal no es como la mayoría. Se llamaba Xou, era el más simpático y agradable que conozco, tenía el poder y debíamos pagar impuestos, como todos los feudos. Poseía todas las vasallas que él quería, por lo menos, tenía 10.

Me ha gustado venir aquí, sobretodo ver la Iglesia de Santiago. Lo primero que dije fue: "Qué preciosidad". Era enorme, no me cabía en los ojos lo que veía. Había mucha gente como: señores feudales, clero, caballeros y campesinos. Allí vi a mi amigo Sertopi que estaba alucinando como yo.

       —Claro que te encanta, es un gran lugar espiritual, —Interrumpió abruptamente el monje, un señor que lucía de una sotana marrón, seguido de un aclarado de garganta. —Yo soy el monje Patricio, pertenezco a la orden religiosa y monástica de los Cartujos fundada por San Bruno. Nuestro lema es "la cruz constante cambia el mundo" , y también debemos obedecer las reglas establecidas por nuestra orden, además de aceptar los votos de obediencia, castidad y pobre. Conviví con 11 monjes más en la Cartuja de Miraflores situada en Castilla y León, donde nuestra vida se basa en la ilustración y copia de libros, además del cultivo de la tierra y la fabricación de herramientas y vestimentas. A la hora de rezar y comer se realiza en común pero en silencio e individualmente. 

Mis estudios fueron realizados en la Universidad de Salamanca en la cual contábamos con una gran variedad de enseñanzas y las mejores dotaciones humanas. Nuestra enseñanza se basa en la investigación y la sabiduría. Esta Universidad fue calificada como la más prestigiosa y conocida en España. Me llamó la atención que la gente que no se comportaba adecuadamente era arrestada en unas pequeñas cárceles pertenecientes a la universidad. También la gente era amable y estaba entusiasmada. 

         —Já. desde luego tenéis vidas pacíficas, no como yo en cambio. Hace poco fui a una cruzada, ni más ni menos que a conquistar Egipto, Damieta concretamente, sin embargo no lo conseguimos. Estábamos a punto de conseguirlo pero finalmente los muy incompetentes refuerzos de Federico II no llegaron. Maté a montones y montones de musulmanes para nada. Lo único que pudimos hacer fue retirarnos y encima hacer una tregua obligatoria de 8 años. —Narró el caballero franco.

       —Bueno, ahora que ya está en descanso de tanta guerra supongo que habrá visitado algo en Compostela, ¿no? —Preguntó el señor feudal mientras pedía otro jarra de cerveza a una camarera.

—Por supuesto que lo hice, el Portico de la Gloria, tres plantas superpuestas llenas de arte simbolizando en conjunto la Jerusalén Celeste y la Salvación del Hombre. Aunque lo que más disfruté fue el parteluz y zócalo, representando a media altura las profundas huellas peregrinas y el basamento lleno de fieras aplastadas por el triunfo de la Iglesia. Y detrás de la columna el gran Maestro Mateo creador del gran lugar, mirando devotamente al altar. Dice la leyenda que este último justo antes de terminar las obras destacaba en el tímpano central e hizo al arzobispo enfadar por tan poca humildad de parte de Mateo, entonces este recapacitó y al terminar la obra lo arregló como está actualmente.

         De repente, un sujeto que pasaba el tiempo con una cortesana, el cual escuchó un poco de la conversación, decidió unirse a ella y ver qué tal era el ambiente. Así de paso, ver si le invitaban a algunas copas.

       —¡Pues yo también soy un caballero! —Empezó diciendo mientras se sentaba y pedía de inmediato una bebida,a la cuenta del señor feudal, claro. —

Carlos carcajeó altívamente viendo las intenciones del nuevo miembro, sin importarle ese hecho ya que el hecho de poder gastar más dinero le hacía sentir aún más importante y superior. —Supongo que te apetece una buena jarra. —Dijo para a continuación golpear su vaso contra la madera, dando a entender que sirvieran más a todos los presentes.

       — Pues veréis, yo soy del sur. Empecé siendo escudero a los 17 años y me nombraron caballero a los 21. Hay... Lo recuerdo como si hubiera sido ayer... —Murmuró con nostalgia. — Me ha impactado mucho el ver el Pórtico de la Gloria por su estilo romántico y su belleza y por su policromado y sus pinturas tan bonitas.

En las cruzadas, nos enviaron a recuperar Tierra Santa perdida por su culpa de esos Musulmanes de los que tanto hablan. ¡Como los odio! Aún recuerdo la cantidad de hombres que murieron a mi lado por dar un paso. ¡Qué masacre! Pero... Yo fui uno de los pocos que sobrevivieron de mi campaña. ¡Eso es por que Dios lo quiso así! ¡Les castigo! —Concluyó.

[...]

—¡Uff, ya estoy lleno, ya no quiero más cerveza, no estoy acostumbrado!- Dijo el campesino agotado. — Pero, podemos seguir hablando. De hecho, me llamo Met Mouclour. Olvidé mencionarlo.

      —¡Qué nombre tan interesante! Bueno, ¿qué iglesias habéis visitado? —Preguntó el caballero francés.

¡Yo, yo quiero empezar! ¡A mí me encanta este tema!— Interrumpió el monje con un salto. —La primera iglesia que yo vi, fue la iglesia de San Bartolomé, es la Iglesia más antigua de la ciudad de Logroño. Su construcción se remonta al siglo XII, por lo que conserva en parte estilo románico, en la cabecera y en la parte inicial de la torre,  con el estilo gótico en desarrollo, construyéndose la magnífica portada ojival, que contiene algunas esculturas románicas que narran la vida del santo y otros pasajes de la Biblia. Las escenas de la portada constan de 19 viñetas, representando en el lado izquierdo el martirio de San Bartolomé y en el derecho el hallazgo de sus restos. La planta basilical consta de tres naves separadas por pilares octogonales cubiertas por una bóveda de crucería. La Iglesia de San Bartolomé está en el Hito Nº 9 en el Camino de Santiago Francés. Se encuentra a 612 km de Santiago de Compostela

La segunda iglesia que vi, fue La iglesia del Santo Sepulcro es un templo cristiano ubicado en el municipio de Torres del Río (Navarra).  La planta octogonal se corona en el interior con una cúpula cruzada (crucería) que forma parte de una de las características arquitectónicas más singulares de este templo. La iglesia no es de gran tamaño, pero representa un claro ejemplo del románico navarro del siglo XII. Las encomiendas templarías recurrían habitualmente a la planta circular en recuerdo de la iglesia del Santo Sepulcro (Jerusalén). Las ménsulas del interior inician el empuje ocho arcos que se entrecruzan formando una estrella y dando lugar a un octógono central con un círculo de lacería inscritos en él. Se encuentra ubicado al borde del Camino de Santiago. A medio camino en la carretera que une Estella con la ciudad de Logroño: la N-111.


     —¡Ahora yo!— Intervino el gran señor feudal. —La primera iglesia que pude ver fue  la Catedral de San Salvador de Oviedo. Es una catedral de estilo gótico situada en Oviedo. Comenzó a construirse en el siglo XIII. Esta catedral remplazó a una iglesia prerrománica del siglo IX y algunos de ellos siguen en pie. Lo más importante de esta catedral es la cámara santa y es donde está lo más importante, como joyas o acontecimientos y símbolos que ocurrieron en Asturias y en Oviedo.

 La segunda iglesia a la que mis ojos pudo ver fue el Soto de Luiña. Realmente, se llama Iglesia de Santa María, pero al estar en el municipio de Soto de Luiña, recibe ese nombre también. Además de ser una parroquia, es un hospital centrado a peregrinos del camino de Santiago. Fue construida en una capilla antigua, y esta a la vez tiene varias capillas.

         —¡Es mi turno!— Exclamó el campesino. —La iglesia que vi primero fue  la iglesia de Santiago Apóstol , es un templo parroquial Católico situado en Villafranca del Bierzo, en la comarca de El Bierzo, provincia de León (España), tiene una nave única rectangular cubierta con bóveda de cañón con Capilla. Tiene un templo de nave única rectangular cubierta con bóveda de cañón y ábside semicircular con tres ventanales formados con la técnica románica del taqueado jaqués.

La iglesia posee dos portadas:


Portada Principal

Situada en su fachada principal (lado oeste), se compone de un arco de medio punto, sin apoyo en columnas y sin decoración. Encima de la puerta una de las ventanas que ilumina la iglesia y arriba del todo la espadaña con dos vanos, de fecha posterior a la construcción de la iglesia.


Puerta del Perdón

 La puerta del Perdón de dicha iglesia solo se abre en años Jacobeos para ofrecer el Jubileo a aquellos peregrinos cuya enfermedad les impida completar la ruta hasta la tumba del Apóstol Santiago.

Cuenta la tradición, allá por el año 1122, que el papa Calixto III y Urbano II le concedieron este privilegio de otorgar el Jubileo a los peregrinos que, por razones de salud, no pueden alcanzar Santiago de Compostela.


Durante los siglos XIX y XX la puerta estuvo tapiada debido a las pestes y para proteger al templo de los asaltos. La segunda que vi no pude ver bien fue la Catedral de León que es un templo de culto católico, sede episcopal de la diócesis de LeónEspaña, consagrada bajo la advocación de Santa María. Se encuentra en pleno Camino de Santiago.  

La segunda que vi fue la Catedral de León es conocida sobre todo por llevar al extremo la «desmaterialización» del arte gótico, es decir, la reducción de los muros a su mínima expresión para ser sustituidos por vitrales coloreados, constituyendo una de las mayores colecciones de vidrieras medievales del mundo. Estaba en obras cuando fui, pero me gustaría verla. 


    —¡Ohh, qué infortunio! Bueno, ahora seguirá un servidor. — Dijo el caballero Eudes. — Yo fui a dos iglesias:

La primera fue la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles en Navarra . No es de las más elaboradas que he visto pero está bastante bien. En la planta hay tres naves, la central más ancha que las laterales. También tiene unos arcos apuntados bastante bonitos. Posee la Capilla del Santo Cristo en la nave lateral derecha y también una cripta.

La segunda fue la Iglesia de Nuestra Señora del Manzano, en Burgos. Está formada en su interior por tres naves, la central con más altura. Los laterales cuentan con arcos formeros y bóvedas de piedra. No tiene mucho más que contar, la verdad. Simplemente me pasé por allí para rezar a nuestro Señor, como nuestro deber es.

        —¡Señores, creo que falto yo!— Dijo el otro caballero. —La Catedral de Jaca es la primera que vi, me quedé sin palabras de lo bonita que es; las columnas, los grandes pasillos, las ventanas…¡No tengo palabras para describirla!

La segunda, la Iglesia Parroquial Del Salvador De Grandas De Salima-
Tiene una pequeña puerta y muchas ventanas en la planta baja que la parte superior de ellas tiene forma de arco, tiene un campanario, 2 plantas y muy pocas ventanas en la planta superior.

        —¡Bueno jóvenes, ha sido un placer conoceros, pero me temo que es hora de pagar!— Añadió el señor feudal con tono amenazante.

—¿Qué?— Dijeron todos al unísono, asombrados..

 — ¡Já, já, já¡ Habéis caído como estúpidas ratas. —Exclamó Carlos. —Es broma, espero veros pronto, muchachos!
Después de las largas conversaciones que mantuvieron, se despidieron, prometiendo que mantendrían contacto de alguna u otra forma. Sobretodo para volver a contar las vivencias de cada uno.

Así acabó la historia de estos 5 grandes personajes. Seguramente se reunirían más adelante. Aunque eso lo dejarían a La Diosa de la Fortuna. Bien conocida en ese entonces y también ahora... ¿verdad?



Distribución de Trabajo




Cada uno de los personajes tienen la información que cada uno de los responsables buscó. Es decir, el hecho de que unos tengas más o menos, mejor o peor, realizada la información, dependerá de la cual cada uno de los miembros adjuntó.

Este trabajo ha sido realizado por los siguientes miembros de 2ºA, con su respectivo aporte en este:


   —Francisco Manuel: Caballero del Sur, Información.

   —Daniel: Señor Feudal, Información.

   —Laura: Clérigo, Información, Taberna.

   —Rubén: Campesino, Información, Redacción.

   —Isabel Carrión: Caballero Francés, Información, Redacción.


Como podemos observar, unos miembros del grupo han realizado más esfuerzos que otros. Esto no quiere decir que haya desinterés en el desarrollo del proyecto por parte de los que menos apoyaron, simplemente dar crédito a los que se encargaron de más ámbitos de este, ya sea por más disponibilidad, interés, etc.




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1 comentarios

  1. ¡Excelente trabajo! Me ha encantado leerlo, ¡qué divertido! Te transporta directamente a lugares y personajes muy interesantes y reales. ¡Os felicito!

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